Oliver Twist (2005), de Roman Polanski
Nunca hubiera imaginado a Polanski adaptando a Dickens... Es demasiado turbio, supongo. Y no es que el escritor británico no tenga detalles suficientes como para que el director tuviera la oportunidad de indagar en esos mundos tan oscuros e inquietantes que a él tanto le gustan.
El mayor hallazgo de esta película es el experimento de mezclar los estereotipos y aire cuentístico de Dickens con un retrato realista, sórdido y oscuro del Londres victoriano. Esto queda aún más marcado cuando llega el final de la película, en el que el guionista decide finalizar el film en el que sería el penúltimo capítulo de la laureada obra.
Los "malos" no tienen escapatoria y su destino concluye en un episodio atroz. Los "buenos" (¿o debería decir los inocentes?) encuentran la calma y la tranquilidad en sus vidas.
Pero Dickens no se queda ahí, y a través del ingenuo Oliver, nos confiesa que la ejecución de los criminales no es más sana que la de cualquier hombre de la calle. Polanski establece dicha reflexión en un agridulce y hermoso final.
Es importante destacar el aspecto visual del film, pues quizás sea su atributo más sobresaliente : según el tono del momento, Polanski nos regala imágenes llenas de colorido y luminosidad, sombríos hombres escondidos en la niebla nocturna, e increibles juegos de luces y sombras (Atentos a la escena en la que el "más cabrón de todos" (no recuerdo su nombre) le apaga la vela a Nancy y.... Genial, vamos).
El mayor problema de la película es que el ritmo decae a menudo debido a cierta llaneza en el desarrollo de la trama. Otro problema es que viendo el film de Lean, adaptación perfecta, uno se pregunta si era necesario hacer otra. Supongo que no me estaría preguntando esto si se hubiera hecho alguna innovación sobre el texto de Dickens. Pero casi nada. E intentar competir con Lean... .
La película es muy bonita. Tiene varias escenas de intensa emoción (Fagin en la prisión, Oliver cayendo desfallecido, el hombre que resbala y se ahorca a sí mismo). También existe una implicación del espectador en las injusticias sociales y morales de las que es víctima el protagonista.En otro orden de cosas, la música ayuda a la emotividad del film. La partitura de Edelwan es sobria, bella y de gran poder ambientativo. Pero para ambientación, están el vestuario, los decorados y la jerga que sabiamente resucita Polanski.
Sobre las interpretaciones, la mayoría de los actores están bastante correctos. Barney Clark bien ; pero quien realmente destaca sobre todos es Beng Kingsley, con una caracterización realmente perfecta de un Fagin marcadamente histriónico, como el que uno imagina al leer la novela. Uno se olvida de Alec Guinness (que estuvo igual de inmenso) viendo la película. Kingsley hace ese complejo personaje verdaderamente suyo y nos confirma que es uno de los mejores actores vivos.
En resumen : Una adaptación llana, respetuosa, pero emotiva de la preciosa novela de Dickens. Visualmente deslumbrante, soberbiamente dirigida y planificada y con un Kingsley en estado de gracia, factores que redimen en parte la arritmia y convencionalidad en las que cae la película en ciertos tramos. Buena. Aunque menos llamativa de lo que esperábamos.
Nunca hubiera imaginado a Polanski adaptando a Dickens... Es demasiado turbio, supongo. Y no es que el escritor británico no tenga detalles suficientes como para que el director tuviera la oportunidad de indagar en esos mundos tan oscuros e inquietantes que a él tanto le gustan.
El mayor hallazgo de esta película es el experimento de mezclar los estereotipos y aire cuentístico de Dickens con un retrato realista, sórdido y oscuro del Londres victoriano. Esto queda aún más marcado cuando llega el final de la película, en el que el guionista decide finalizar el film en el que sería el penúltimo capítulo de la laureada obra.
Los "malos" no tienen escapatoria y su destino concluye en un episodio atroz. Los "buenos" (¿o debería decir los inocentes?) encuentran la calma y la tranquilidad en sus vidas.
Pero Dickens no se queda ahí, y a través del ingenuo Oliver, nos confiesa que la ejecución de los criminales no es más sana que la de cualquier hombre de la calle. Polanski establece dicha reflexión en un agridulce y hermoso final.
Es importante destacar el aspecto visual del film, pues quizás sea su atributo más sobresaliente : según el tono del momento, Polanski nos regala imágenes llenas de colorido y luminosidad, sombríos hombres escondidos en la niebla nocturna, e increibles juegos de luces y sombras (Atentos a la escena en la que el "más cabrón de todos" (no recuerdo su nombre) le apaga la vela a Nancy y.... Genial, vamos).
El mayor problema de la película es que el ritmo decae a menudo debido a cierta llaneza en el desarrollo de la trama. Otro problema es que viendo el film de Lean, adaptación perfecta, uno se pregunta si era necesario hacer otra. Supongo que no me estaría preguntando esto si se hubiera hecho alguna innovación sobre el texto de Dickens. Pero casi nada. E intentar competir con Lean... .
La película es muy bonita. Tiene varias escenas de intensa emoción (Fagin en la prisión, Oliver cayendo desfallecido, el hombre que resbala y se ahorca a sí mismo). También existe una implicación del espectador en las injusticias sociales y morales de las que es víctima el protagonista.En otro orden de cosas, la música ayuda a la emotividad del film. La partitura de Edelwan es sobria, bella y de gran poder ambientativo. Pero para ambientación, están el vestuario, los decorados y la jerga que sabiamente resucita Polanski.
Sobre las interpretaciones, la mayoría de los actores están bastante correctos. Barney Clark bien ; pero quien realmente destaca sobre todos es Beng Kingsley, con una caracterización realmente perfecta de un Fagin marcadamente histriónico, como el que uno imagina al leer la novela. Uno se olvida de Alec Guinness (que estuvo igual de inmenso) viendo la película. Kingsley hace ese complejo personaje verdaderamente suyo y nos confirma que es uno de los mejores actores vivos.
En resumen : Una adaptación llana, respetuosa, pero emotiva de la preciosa novela de Dickens. Visualmente deslumbrante, soberbiamente dirigida y planificada y con un Kingsley en estado de gracia, factores que redimen en parte la arritmia y convencionalidad en las que cae la película en ciertos tramos. Buena. Aunque menos llamativa de lo que esperábamos.
6 comentarios:
Qué ganas tengo de verla, aunque solo por Polanski porque la verdad me la espero tal y como la describes. De todos modos Polanski me parece de los pocos cineastas vivos capaz de compararse con Lean, en calidad claro, pero son directores con una perspectiva del uso de la técnica visual y del mundo de marcada diferencia, ambos han dotado al mundo de verdaderos clásicos y obras maestras pero mientras Lean se decantaba por trasladarnos a espacios abiertos en historias de un epicidad gloriosa y poéticamente perfecta, Polanski nos incomodaba con sus atmósferas claustrofóbicas y el malestar continuo y en diversas etapas del protagonista al que iba torturando aún más a lo largo de la película ya fuese en un apartamento, barco o armario, eso sí, como Lean poéticamente perfecto, y filmando, también como Lean, de una forma que nadie ha conseguido.
Sin embargo doi por sentando que este Oliver Twist no llega ni a la suela de los zapatos a esa obra maestra que le dio por dirigir a Lean, y por supuesto con este tipo de obras Lean deja K.O.a Roman.
Por supuesto que Polanski es un grande. De todas formas, su carrera en los últimos años (salvando el pianista) se ha mostrado algo convencional e irregular. Aunque he de confesar que films como Frenético me parecieron bastante dignos.
David Lean, como tú bien dices, es el poeta de la épica. Pero no se si conoces su etapa británica (su primera etapa), en la que hizo films de bajo presupuesto y demostró al mundo que tenía talento tanto para el espectáculo como para el intimismo (aunque esto no deja de evidenciarse en películas como Dr Zhivago, La hija de Ryan o Lawrence de Arabia). Estas son Oliver Twist, El espíritu burlón, Cadenas rotas, La vida manda o Breve encuentro. Si puedes echarles un vistazo, no desaproveches la oportunidad.
Saludos, cuídate.
Ya le he dicho en el anterior mensaje que he visto el Oliver Twist de Lean, y por supuesto estoy de acuerdo en que en su cine siempre hay cabida para el intimismo. Lamentablemente aún no he tenido el honor de ver "Breve Encuentro".
Estoy de acuerdo con la opinión de Dostoievsky sobre el juego de las luces y las sombras, y el símbolo que implican;la luz de las velas representa la seguridad del personaje alumbrado, por tanto su carencia implica agresividad, como en la escena nombrada en la crítica, en la que Nancy es sorprendida por "elhombre más cabrón de la peli" y las velas se apagan. Aunque no habría captado este simbolismo si no me lo hubiera dicho antes el "maestro Dostoievski". Cabe destacar el personaje de Nancy, también rebelde, justa y buena, con gran valentía, y las constantes caídas de Oliver durante su viaje a Londres.
Bueno, Sandra, Nancy acaba rebelándose...pero recordemos el pasado que tiene. Y a donde la lleva.
Le propongo una chorrada en mi blog.
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