viernes, diciembre 30, 2005

" Hoy me veo viejo "

Las dos inglesas y el amor (1971, François Truffaut)

Pocas veces he visto hablar del amor de forma tan veraz, romántica, desgarrada, poética y honesta como en las películas del cineasta (y sobre todo cinéfilo) francés François Truffaut.
En esta lista podríamos incluir Jules y Jim, La piel suave, Besos robados o La mujer de al lado. Pero entre todas sus películas de amor prefiero esa trágica obra maestra que nos ocupa que es Las dos inglesas y el amor (Les deux anglaises et le continent, en el original).
Desde los créditos se remarca el carácter eminentemente literario del filme. La voz en off del protagonista interrumpe y comenta las escenas largamente durante las más de dos horas de metraje. Pero en ningún momento esto resulta pedante, sobrecargado o tedioso. Al contrario, refuerza el halo poético que rodea la película desde la primera hasta la última imágen.
Truffaut nos habla del amor con pesimismo y aliento trágico: puro romanticismo. La obra se centra en un peculiar triángulo amoroso formado entre dos hermanas inglesas y un joven francés, que durante más de diez años conocerán todas las facetas del amor (El último probado será el físico, el verdadero en palabras del protagonista), el cual alterna etapas gozosas y terribles, y que finalmente desgastará a los personajes y desembocará en la soledad, el dolor perpetuo e incluso en la muerte.
Como bien apunta el crítico Carlos Boyero, la película "es de un romanticismo que hace daño". El tono es lírico, suave, sensible, pero a su vez punzante, desgarrado, doloroso. No hay concesiones ni complacencias de ningún tipo.
Los primeros cuarenta minutos de la película sirven de introducción al singular mundo de las dos hermanas (Que se aprecian y estiman, pero infinitamente distintas), y el resto de la película narra las distintas maneras en que los personajes van entendiendo y sintiendo el amor entre ellos. El film es demasiado complejo para ser relatado en unas pocas líneas, hay rotundos giros durante todo el film, pero el panorama amoroso final que contempla es bastante desolador. Al principio la vida es un éxtasis, una memorable Arcadia que se derrumba cuando el amor entre los protagonistas se da a conocer.
Huelga decir que este comentario no habla ni por asomo de todas las facetas del film, del fresco social presentado por el autor, de los diversos enfoques del amor, del sentimiento trágico de la vida, etc. Creo que sería muy pretencioso por mi parte tratar de hacer un comentario total de una obra tan rica en matices, compleja.
La fotografía de Néstor Almendros, luminosa, limpia, acentúa la suavidad de la puesta de escena de Truffaut y su poderosa impresión lírica. La banda sonora refuerza los intensos sentimientos provocados.
Sobre las interpretaciones, nos encontramos con un magnífico (Cómo no) Jean Pierre Leaud, secundado por las desconocidas Stecey Tenderer y Kika Markham, tan adecuadas a sus papeles (realmente preciosas ambas) como eficientes en su interpretación.
Varias son las secuencias que se quedaron en mi memoria: aquella efímera y alegre temporada que pasan Claude y Ann en la casa de campo; ese sensual y poético balanceo del protagonista entre las espaldas de las hermanas; y, sobre todo, su amargo epílogo, con un Claude cercano a los cincuenta que no ha podido olvidar su amor, creyendo que cualquier niña puede ser la hija de la mujer que ama, mirándose en el cristal de un coche y susurrando : "¿Qué me pasa? Hoy me veo viejo ".
En resumen : una película de apabullante romanticismo, hermosa, lírica, desgarradora. Una obra maestra absoluta de uno de los artistas que con mayor lucidez ha sabido hablarnos del sentimiento amoroso a lo largo de su carrera. Sencillamente ineludible.

domingo, diciembre 18, 2005

El reto imposible

El estimado colega Horrorscope me ha propuesto un reto de imposible ejecución, cuyas pretensiones son absurdas , pero que, paradójicamente, siempre que nos lo proponen, estrujamos nuestro tiempo y sesos para lograrlo.
Estas son las (tachán) "10 MEJORES PELÍCULAS DE LA HISTORIA", puestas en un orden aleatorio. Faltan unas cinco mil por nombrar, pero qué importa. En todo caso, tómeselas por diez películas que yo creo imprescindibles, aunque no sean las únicas.

1- Los cuatrocientos golpes (1959, François Truffaut)
2- Toro salvaje (1980, Martin Scorsese).
3- Tiempos modernos (1935, Charles Chaplin).
4- Viridiana (1961, Luis Buñuel).
5- El apartamento (1960, Billy Wilder).
6- Centauros del desierto (1957, John Ford).
7- Dersu Uzala (1975, Akira Kurosawa).
8- Leolo (1992, Jean-Claude Lauzón).
9- El gatopardo (1963, Luchino Visconti).
10- La dolce vita (1960, Federico Fellini).

Le paso el reto a Javier (Are you talking to me?), Hicks (El búnker) y a Funebris (Días de AluCine).

sábado, diciembre 03, 2005

Dickens y Polanski

Oliver Twist (2005), de Roman Polanski

Nunca hubiera imaginado a Polanski adaptando a Dickens... Es demasiado turbio, supongo. Y no es que el escritor británico no tenga detalles suficientes como para que el director tuviera la oportunidad de indagar en esos mundos tan oscuros e inquietantes que a él tanto le gustan.
El mayor hallazgo de esta película es el experimento de mezclar los estereotipos y aire cuentístico de Dickens con un retrato realista, sórdido y oscuro del Londres victoriano. Esto queda aún más marcado cuando llega el final de la película, en el que el guionista decide finalizar el film en el que sería el penúltimo capítulo de la laureada obra.
Los "malos" no tienen escapatoria y su destino concluye en un episodio atroz. Los "buenos" (¿o debería decir los inocentes?) encuentran la calma y la tranquilidad en sus vidas.
Pero Dickens no se queda ahí, y a través del ingenuo Oliver, nos confiesa que la ejecución de los criminales no es más sana que la de cualquier hombre de la calle. Polanski establece dicha reflexión en un agridulce y hermoso final.

Es importante destacar el aspecto visual del film, pues quizás sea su atributo más sobresaliente : según el tono del momento, Polanski nos regala imágenes llenas de colorido y luminosidad, sombríos hombres escondidos en la niebla nocturna, e increibles juegos de luces y sombras (Atentos a la escena en la que el "más cabrón de todos" (no recuerdo su nombre) le apaga la vela a Nancy y.... Genial, vamos).
El mayor problema de la película es que el ritmo decae a menudo debido a cierta llaneza en el desarrollo de la trama. Otro problema es que viendo el film de Lean, adaptación perfecta, uno se pregunta si era necesario hacer otra. Supongo que no me estaría preguntando esto si se hubiera hecho alguna innovación sobre el texto de Dickens. Pero casi nada. E intentar competir con Lean... .
La película es muy bonita. Tiene varias escenas de intensa emoción (Fagin en la prisión, Oliver cayendo desfallecido, el hombre que resbala y se ahorca a sí mismo). También existe una implicación del espectador en las injusticias sociales y morales de las que es víctima el protagonista.En otro orden de cosas, la música ayuda a la emotividad del film. La partitura de Edelwan es sobria, bella y de gran poder ambientativo. Pero para ambientación, están el vestuario, los decorados y la jerga que sabiamente resucita Polanski.
Sobre las interpretaciones, la mayoría de los actores están bastante correctos. Barney Clark bien ; pero quien realmente destaca sobre todos es Beng Kingsley, con una caracterización realmente perfecta de un Fagin marcadamente histriónico, como el que uno imagina al leer la novela. Uno se olvida de Alec Guinness (que estuvo igual de inmenso) viendo la película. Kingsley hace ese complejo personaje verdaderamente suyo y nos confirma que es uno de los mejores actores vivos.
En resumen : Una adaptación llana, respetuosa, pero emotiva de la preciosa novela de Dickens. Visualmente deslumbrante, soberbiamente dirigida y planificada y con un Kingsley en estado de gracia, factores que redimen en parte la arritmia y convencionalidad en las que cae la película en ciertos tramos. Buena. Aunque menos llamativa de lo que esperábamos.

jueves, diciembre 01, 2005

Pat Garret & Billy The Kid

A Edgard von Schillermann, efusivo amante del romanticismo opiáceo.

There's guns across the river aimin' at ya
Lawman on your trail, he'd like to catch ya
Bounty hunters, too, they'd like to get ya
Billy, they don't like you to be so free.

Campin' out all night on the berenda
Dealin' cards 'til dawn in the hacienda
Up to Boot Hill they'd like to send ya
Billy, don't you turn your back on me.

Playin' around with some sweet señorita
Into her dark hallway she will lead ya
In some lonesome shadows she will greet ya
Billy, you're so far away from home.

There's eyes behind the mirrors in empty places
Bullet holes and scars between the spaces
There's always one more notch and ten more paces
Billy, and you're walkin' all alone.

They say that Pat Garrett's got your number
So sleep with one eye open when you slumber
Every little sound just might be thunder
Thunder from the barrel of his gun.

Guitars will play your grand finale
Down in some Tularosa alley,
Maybe in the Rio Pecos valley
Billy, you're so far away from home.
There's always some new stranger sneakin' glances
Some trigger-happy fool willin' to take chances
And some old whore from San Pedro to make advances
Advances on your spirit and your soul.

The businessmen from Taos want you to go down
They've hired Pat Garrett to force a showdown.
Billy, don't it make ya feel so low-down
To be shot down by the man who was your friend?
Hang on to your woman if you got one
Remember in El Paso, once, you shot one.
She may have been a whore, but she was a hot one
Billy, you been runnin' for so long.

Guitars will play your grand finale
Down in some Tularosa alley
Maybe in the Rio Pecos valley
Billy, you're so far away from home.

de Bob Dylan